
Publicación del día |
Friday, December 22, 2006

¡Cuantos errores cometidos!
Y aun allí, amándome.
Cuanto he vuelto arrepentido
Y aún perdonándome.
Cuanto alejado en la distancia
Y la espera nunca acaba.
Sigo encontrando amor, perdón, dicha
En quienes anhelan disfrutar
la vida, solo la vida.
Publicado por Vaso dispuesto a las 9:54 AM,
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Monday, December 11, 2006

Después de su accidente vascular y ante las dificultades en su atención terapéutica en casa, Ana a sus 68 años fué internada en un sitio de refugio para ancianos. Allí contaba con facilidades en cuidados médicos y gerontológicos.
Sin embargo, con el pasar del tiempo, las visitas de sus familiares empezaron a escasear. Su hija Natalia que tanto la consentía, después del nacimiento de su segundo hijo, nunca mas volvió.
Sólo su hijo Pedro iba un día entero en el día de la madre, quizá como para aminorar su culpa por su ausencia en el resto del año.
Todos en el hogar para ancianos recuerdan cuando a sus 78 años, Ana murió. Fué la despedida más conmovedora que han hecho sus viejos, porque a pesar de haber sido uno de los funerales donde no asiste ningún familiar, permanecen en la memoria de quienes la acompañaban los pañuelos que conservó en su mano en el momento de fallecer, y que tejió en sus terapias, en el que llevaban inscritos los nombres bordados de cada uno de sus 8 hijos.
Olvidar nuestros viejos es una forma tan común como significativa de maltrato.
Publicado por Vaso dispuesto a las 10:24 AM,
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Monday, December 04, 2006

Judith, a sus 32 años y con dos hijos de 8 y 6 años, quedó sola al frente de su hogar luego de que su esposo muriera. Sin una preparación suficiente, tuvo que enfrentar circunstancias a las que nunca antes se había confrontado.
Sus hijos, quienes iban a la escuela primaria empezaron a llevar a casa las mas bajas calificaciones, al tiempo que enfermaban con una frecuencia inusual. Sus necesidades fueron verdaderamente apremiantes.
Nada de lo que vivía resultaba esperanzador, sin embargo, 30 años después no he conocido mujer mas dichosa que Judith, abiertamente dice que no cambiaría ningún instante de su vida, puesto que en medio de la dificultad fue que ella supo entender su capacidad, la cual es reconocida por todas las generaciones que han venido después de ella.
Publicado por Vaso dispuesto a las 7:20 AM,
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